miércoles, 6 de octubre de 2010

Dar es Dar

Sor María del Carmen Coca Isusi, más conocida como “la hermana Coca”, es fundadora del Centro Comunitario Spurr “San Ignacio de Loyola”, creado especialmente con el objetivo de ayudar a los que más lo necesitan.

Nació en Bilbao (España) y hace ya 49 años que está en Argentina.

Cuando era una niña se fue por “capricho” a un interno, solo porque se iban sus amigas y estuvo allí dos años.

Desde la primera comunión, en 1942, sintió amor hacia Dios y se enamoró de Don Bosco y de las salesianas.

A los 16 años, decidió contarles a sus padres sobre su vocación. Hizo 4 años de bachiller y 6 años de formación dónde realizó sus votos perpetuos.

Al cumplir los 21 le pidió como regalo a su padre, el consentimiento para venir a Argentina.

Y llegó a Buenos Aires el 12 de octubre de 1962, con 27 años.

¿Cómo surgió la idea de ayudar a los que más lo necesitan?

A raíz de la crisis que atravesaba el país en 2001, decidí crear un centro comunitario junto a otros voluntarios.

En principio comencé hablando con las familias más necesitadas del barrio, preguntándoles qué les hacía falta. La situación realmente me preocupaba, entonces envié fotos a España, enseguida obtuve respuestas y decidieron ayudar económicamente con el proyecto.

¿Por qué decidió fundarlo en el barrio Spurr?

Porque me asombró la pobreza y la situación límite que estaba atravesando su gente, muchas personas que se quedaron sin trabajo, y a la deriva. Otra de las cosas que me asombraron fueron las humildes casas hechas con madera y chapa.

¿Reciben ayuda de la municipalidad o de alguna ONG?

De una ONG por el momento no, sí del municipio, recibimos $1200 para repartir a tres señoras que trabajan cuatro horas diarias en el comedor, que realmente no es nada. Luego tenemos algunas limosnas, y también gente que lleva comestibles todas las semanas.

Además contamos con la solidaridad de benefactores (de Italia, España y Argentina), que nos ayudan a contar con los medios económicos para mejorar la calidad de vida de los que más sufren.

Otra ayuda que recibimos es por parte de panaderías que donan facturas y pan del día anterior, también una empresa conocida nos regala cereales para que los chicos tomen con la leche.

¿Hay gente solidaria en Bahía Blanca?

Si, realmente sí. La gente va a visitarnos al comedor, juegan con los niños o muchas veces, saben que yo estoy en María Auxiliadora y traen ropa, alimentos, juguetes que a veces están rotos y que nosotras tratamos de

arreglar lo mejor posible.

¿Cuántas personas asisten a diario al centro?

Doscientas cincuenta personas, ahora es un promedio de ciento ochenta, le damos la merienda reforzada. Al principio era almuerzo y cena, pero duro muy poco, porque costaba mucho. Ahora se les da a las madres todos los meses una bolsa de alimentos no perecederos.

Por qué piensa que hay tanta pobreza en la ciudad?

Primero, porque hay una falta de educación muy grande, hay mucha ignorancia y generalmente las familias más humildes son las más numerosas, hay muchos desocupados y la situación de estas personas es un círculo que nunca termina de cerrar.

¿Qué otras actividades además de brindar un plato de comida realizan?

No hace mucho comenzamos con tejido, también pintura en tela, pintura en madera, porcelana en frio, repostería. Estas actividades no las realizamos todos los días, van variando. Además hay inglés, apoyo escolar, computación y corte y confección.

¿Usted está todo el día en el centro comunitario?

No, voy a la tarde, pero todo el día hay gente allí. A la noche cuando se terminan las actividades cerramos todo inclusive poniendo alarma. Gracias a Dios y la Virgen nunca hemos sufrido un robo, tenemos dos perros de raza que son muy guardianes.

¿Qué cosas son las que más hacen falta en el comedor?

Fundamentalmente comida no perecedera, ropa para chicos y para grandes, para bebés se necesita mucho, porque hay madres embarazadas. Básicamente lo que uno quiera donar.

Generalmente cuando se acerca el día del niño siempre llega un juguete para los chicos, y a los más grandes se les da productos de perfumería o para el aseo personal. Siempre la providencia nos ayuda, pero nunca está de más lo que nos puedan brindar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario